Esta novela autobiográfica el autor nos va narrando, desde que tuvo nueve años de edad hasta que ingresó en la universidad, como fue desarrollando sus días en el colegio donde fue víctima de acoso escolar. Veremos como van pasando los años y, el pequeño Jerónimo que empezó a contarnos su historia desde primaria, va creciendo mientras somos testigos de cómo a través del baloncesto o su gran descubrimiento como fue el latín, encuentra en ellos su gran refugio donde sentirse a salvo de todo y de todos. 

Me gustaría dar las gracias a Juan por dar visibilidad y tener el coraje de poder escribir y dar vida a Jerónimo para a través de él, ser conscientes de un gran problema que afecta a muchos niños y niñas. Problema del que muchas veces no somos conocedores hasta que pasan los años y en ese momento ya es demasiado tarde. No podemos dar marcha atrás para poder poner una solución ante un asunto tan importante como es le que nos describe el autor. 

Nos encontramos ante una historia de superación de la que tenemos tanto que aprender. Conocer a un Jerónimo valeroso, capaz de sobreponerse a todos los obstáculos que se va encontrando a lo largo de su camino ha sido maravilloso. Un gran personaje que nos enseña que, a pesar de las dificultades que la vida nos pone por delante, podemos llegar tan lejos como queramos sin dejar de ser nosotros mismos.