Feliz cumpleaños
Amaneció lo que parecía un día normal. Tan sólo se oía el canto lejano de un pájaro que buscaba algo de compañía para volar lejos, muy lejos. Había poco tráfico, personas somnolientas deseando que llegara cuanto antes el momento para volver a casa o encontrarse en aquella terraza donde les esperarían para disfrutar del buen tiempo que hace en julio.
Estaba nerviosa porque llegara ese día, ansiosa por ver tu cara con esa sonrisa de felicidad y poder acompañarte en este día tan especial para todos. Me levanté como rara vez lo hago, demasiado despierta a pesar de lo poco que había dormido. Repasando mentalmente tenerlo todo preparado aunque como siempre, se queda algo pendiente por hacer.
Me encaminé por un sendero lleno de esperanzas y sueños por cumplir. Me encontré baches en él, intenté esquivarlos, algunos logre hacerlo, con otros no pude. No pasa nada, hay que seguir adelante y buscar otra alternativa. Siempre hay otro camino o una solución para que podamos seguir andando hacía nuestro destino.
Una vez allí me recibió tu ilusionada sonrisa, una de verdad, esas que llegan a los ojos y llenan todo tu ser de algo a lo que no podemos dar nombre. Algo más fuerte que el amor, algo que nos llena el corazón y hace que olvidemos todo lo demás existiendo sólo esa habitación donde nos encontramos nosotros dos.
Tras la comida, con todas las personas importantes para ti, toda esa gente allí reunida tienen tanto en común sin saberlo. Porque hay veces que los miedos no se dicen en voz alta por temor a que se hagan realidad al nombrarlos y sólo se esconden en lo más profundo de nuestro corazón. Todos compartíamos el mismo miedo.
La alegría y felicidad que reinaba ese día se podían tocar, se podían oler, era extraordinario y estabas radiante. Llegó el momento que más esperabas cuando apareció la tarta con sus dos velas, señal inequívoca de que el tiempo pasa y no nos damos cuenta. Parecías un niño delante de una pastelería queriendo comer cuanto antes la dulce tarta de chocolate de la que tus ojos ya no se despegaban. No sé que deseo habrás podido pedir o si tal vez lo hayas hecho. Hace algunos años lo podía imaginar ahora pasado el tiempo quién sabe lo que tu mente deja que recuerdes en estos momentos.
Tan sólo puedo ver tu sonrisa.
Feliz cumpleaños.
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