SINOPSIS

Joseph no imagina qué le deparan las montañas de aquel pueblo.

La vida de Jennifer está a punto de cambiar para siempre.

Algo acecha al pequeño Simón durante el verano.

Rebeca sabe que las verdaderas pesadillas comienzan al abrir los ojos.

Inviernos que se derriten al calor de las llamas; primaveras a punto de estallar. Sangre. Ecos que resuenan de manera inquietante. Agua. Cuatro protagonistas que recorren veredas desconocidas y caminos sobrecogedores. Nieve. Pasos invisibles que crujen como hojas de otoño. Fuego. Cenizas del pasado; rescoldos del futuro.

Algo sobrevuela sus vidas. Y en el abismo al que se enfrentan, retumba una pregunta:

¿Qué se esconde dentro de El cuarto eco?

MI OPINIÓN

 Adentrarnos en "El cuarto eco" significa poder conocer cuatro historias, impactantes todas y cada una de ellas. Pasado y presente se unen entre las páginas de este libro con una narración llena de metáforas y comparaciones que nos harán sentirnos espectadores de primera mano en esta gran aventura literaria. 

Visitaremos lugares donde Joseph, Jennifer, Rebeca y el pequeño Simón deberán ser fuertes y hacer frente a cosas antes inimaginables para ellos. Desde el primer capitulo se aprecia que será una lectura dura y que habla de temas que nos sacarán de nuestro zona de confort. Las historias de los personajes en épocas y parajes distintos están muy bien desarrolladas entrelazando sus vidas de manera que todo tiene todo un sentido y  hará de su lectura más adictiva cada vez. 

Conoceremos a Joseph. Alguien que aparece en una aldea, solo y sin familia donde intenta vivir sin saber bien como hacerlo.

Simón, un pequeño con una abundante imaginación donde puede ser pirata y encontrar bajo el fondo del mar tesoros escondidos pero tiene que tener cuidado. Puede haber un terrible monstruo.

Jennifer, una persona que solo piensa en el tan anhelado y merecido ascenso mientras siente que algo no esta bien alrededor de ella...

Por último, Rebeca. Una chica adolescente que tiene que lidiar con monstruos reales cada día. 

La pluma del autor me fascinó desde las primeras páginas por su manera de describirnos el entorno donde se producen los acontecimientos, nos imaginamos con tantos detalles como se sienten y los rincones en los que los cuatro protagonistas notan el miedo, la tristeza o la tan ansiada paz que necesitan. Es una prosa emotiva, muy bien cuidada que nos dejará tras cada capitulo, muchas veces, con el corazón en un puño. Queriendo saber más y a la vez expectantes por lo que nos podamos encontrar. 

"Pensó, quizá para restarle importancia, que aquello no era más que la vida: una sucesión de hechos que acarreaban consecuencias; caminos que hasta el momento eran seguros se transformaban en encrucijadas que nos llevaban a adentrarnos en veredas desconocidas e inesperadas en las que solían aguardar nuevas personas, lugares o situaciones."

"Tal vez, quién sabe, todos tengamos otra oportunidad."