SINOPSIS

Desde pequeño, Elwood Curtis ha escuchado con devoción, en el viejo tocadiscos de su abuela, los discursos de Martin Luther King. Sus ideas, al igual que las de James Baldwin, han hecho de este adolescente negro un estudiante prometedor que sueña con un futuro digno. Pero de poco sirve esto en la Academia Nickel para chicos: un reformatorio que se vanagloria de convertir a sus internos en hombres hechos y derechos pero que oculta una realidad inhumana respaldada por muchos y obviada por todos. Elwood intenta sobrevivir a este lugar junto a Turner, su mejor amigo en la Nickel. El idealismo de uno y la astucia del otro les llevará a tomar una decisión que tendrá consecuencias irreparables.

Después de El ferrocarril subterráneo, Colson Whitehead nos brinda una historia basada en el estremecedor caso real de un reformatorio de Florida que destrozó la vida de miles de niños y que le ha hecho merecedor de su segundo premio Pulitzer. Esta deslumbrante novela, a caballo entre el momento presente y el final de la segregación racial estadounidense de los sesenta, interpela directamente al lector y muestra la genialidad de un escritor en la cima de su carrera.

MI OPINIÓN

 Las pequeñas casualidades pueden forjar el destino de cada uno. Este es el caso del protagonista de esta dura historia ocurrida hace muchos años. 

Edwood Curtis, un estudiante afroamericano que destaca por rehuir de los problemas, leer mucho y donde se presenta la ocasión, por ser un chico con sus metas en la vida muy claras y muy inteligente, por un malentendido es internado en la temible Academia Nickel. Pensar en cómo te puede cambiar la vida en un momento...

Leyendo el prólogo nos da un aviso sobre lo que nos vamos a encontrar durante la lectura. 

Una vez allí, la vida le pone tras las cuerdas y se da cuenta de que el sueño por el que había luchado se aleja poco a poco tras ese reformatorio. Conocerá a otro protagonista clave dentro de esas paredes que esconden tanto sufrimiento. Turner será un gran apoyo y juntos sobrellevan como pueden los castigos y terribles abusos cometidos sin consecuencias algunas para los que los cometen. 

¿Cómo puede ser que hayan personas capaces de realizar cosas tan aterradoras, ser tan crueles y otros miren hacía otro lado siendo cómplices?

Escribe Colson Whitehead en el libro: 

“Hablaba como un universitario blanco, leía libros cuando no tenía por qué y sacaba uranio de ellos para fabricar su personal bomba atómica.”

Nos podemos hacer una idea de como era Edwood y su idealismo tras escuchar las palabras de Martin Luther King en el tocadiscos de su abuela, Harriet. Tras todo lo pasado antes del reformatorio y lo vivido allí no pudieron quitarle sus ganas de hacer justicia aunque pensarán que habían podido con él y reformarlo con sus golpes. Nuestro joven protagonista sentía que debía de haber un cambio a tales atrocidades. 

“No tenía ningún sentido hasta que lo tuvo, y era el único que podía tener.”

Es una historia muy dura de leer por todo lo que el autor nos narra en ella, además sabiendo que los hechos son reales y están basados en la Dozier School. Es una pequeña joya que Colin Whitehouse nos ofrece para darnos una versión de lo ocurrido con una parte final perfecta para cerrar esta historia y que nos sorprenderá.