Este navío de la flota real lleva consigo al hijo del rey y futuro heredero legítimo de la corona inglesa. Tanto Guillermo de Adelín como su padre, el rey Enrique I, tienen muchos proyectos por cumplir tanto en un cercano futuro como en los años venideros  pero, lo que ignoran ambos, es que el destino les guarda un desenlace aterrador el cual será el comienzo de una etapa recordada a través de los años. 

Mientras surcaban el mar, dirigiéndose a sus hogares, la fatalidad apareció para llevarse consigo la vida de todos los tripulantes de la nave, exceptuando a un superviviente. La embarcación chocó contra una roca, arrojando cada alma al fondo del lóbrego mar. Incluida la del hijo del rey, junto con todos sus sueños y las responsabilidades que tenía hacia la corona. 

Así comienza esta trepidante historia. A partir de este suceso y a través del cronista del rey, un monje y profesor en la escuela de Oxford, seremos testigos de como Godofredo de Monmouth debe de aceptar el encargo del rey para poder descubrir la verdad sobre este terrible naufragio. Compagina la misión de escribir la historia del Rey Arturo con la de descubrir qué o quién se esconde tras este misterioso suceso que pone en jaque la sucesión para el trono de Inglaterra. 

¿Ha sido el naufragio un accidente, o por el contrario, un asesinato?

Nuestro querido cronista deberá recorrer castillos, abadías de Inglaterra y Francia, además de otros lugares donde existen peligros tanto en los caminos como detrás de estos muros donde es necesario  conseguir una confesión de los distintos personajes que tienen motivos para haber orquestado un incidente de tal magnitud. Nos encontraremos figuras muy significativas durante toda la investigación.

El autor nos conquista con una novela que nos atrapa desde las primeras páginas. Narrando un suceso real consigue enlazar los personajes verdaderos con los ficticios de manera magistral. Esta novela histórica nos transportará a luchas por el poder, historias de amor y confabulaciones para poder descifrar el gran misterio.